miércoles, 21 de agosto de 2013

COMPAREMOS, PUES, LA PALABRA A UNA SEMILLA.





Ahora bien, si dais lugar para que sea sembrada una semilla en vuestro corazón, he aquí, si es una semilla verdadera, o semilla buena, y no la echáis fuera por vuestra incredulidad, resistiendo al Espíritu del Señor, he aquí, empezará a hincharse en vuestro pecho; y al sentir esta sensación de crecimiento, empezaréis a decir dentro de vosotros: Debe ser que ésta es una semilla buena, o que la palabra es buena, porque empieza a ensanchar mi alma; sí, empieza a iluminar mi entendimiento; sí, empieza a ser deliciosa para mí.
He aquí, ¿no aumentaría esto vuestra fe? Os digo que sí; sin embargo, no ha llegado a ser un conocimiento perfecto.
Mas he aquí, al paso que la semilla se hincha y brota y empieza a crecer, entonces no podéis menos que decir que la semilla es buena; pues he aquí, se hincha y brota y empieza a crecer. Y, he aquí, ¿no fortalecerá esto vuestra fe? Sí, fortalecerá vuestra fe, porque diréis: Sé que ésta es una buena semilla; porque, he aquí, brota y empieza a crecer.
Y he aquí, ¿estáis seguros ahora de que es una semilla buena? Os digo que sí; porque toda semilla produce según su propia especie.
Por tanto, si una semilla crece, es semilla buena; pero si no crece, he aquí que no es buena; por lo tanto, es desechada.
Y he aquí, por haber probado el experimento y sembrado la semilla, y porque ésta se hincha, y brota, y empieza a crecer, sabéis por fuerza que la semilla es buena.
Y ahora bien, he aquí, ¿es perfecto vuestro conocimiento? Sí, vuestro conocimiento es perfecto en esta cosa, y vuestra fe queda inactiva; y esto porque sabéis, pues sabéis que la palabra ha henchido vuestras almas, y también sabéis que ha brotado, que vuestro entendimiento empieza a iluminarse y vuestra mente comienza a ensancharse.
Luego, ¿no es esto verdadero? Os digo que sí, porque es luz; y lo que es luz, es bueno, porque se puede discernir; por tanto, debéis saber que es bueno; y ahora bien, he aquí, ¿es perfecto vuestro conocimiento después de haber gustado esta luz?
He aquí, os digo que no; ni tampoco debéis dejar a un lado vuestra fe, porque tan sólo habéis ejercitado vuestra fe para sembrar la semilla, a fin de llevar a cabo el experimento para saber si la semilla era buena.
Y he aquí, a medida que el árbol empiece a crecer, diréis: Nutrámoslo con gran cuidado para que eche raíz, crezca y nos produzca fruto. Y he aquí, si lo cultiváis con mucho cuidado, echará raíz, y crecerá, y dará fruto.
Mas si desatendéis el árbol, y sois negligentes en nutrirlo, he aquí, no echará raíz; y cuando el calor del sol llegue y lo abrase, se secará porque no tiene raíz, y lo arrancaréis y lo echaréis fuera.
Y esto no es porque la semilla no haya sido buena, ni tampoco es porque su fruto no sea deseable; sino porque vuestro terreno es estéril y no queréis nutrir el árbol; por tanto, no podréis obtener su fruto.
Y por lo mismo, si no cultiváis la palabra, mirando hacia adelante con el ojo de la fe a su fruto, nunca podréis recoger el fruto del árbol de la vida.
Pero si cultiváis la palabra, sí, y nutrís el árbol mientras empiece a crecer, mediante vuestra fe, con gran diligencia y con paciencia, mirando hacia adelante a su fruto, echará raíz; y he aquí, será un árbol que brotará para vida eterna.




Y a causa de vuestra diligencia, y vuestra fe y vuestra paciencia al nutrir la palabra para que eche raíz en vosotros, he aquí que con el tiempo recogeréis su fruto, el cual es sumamente precioso, y el cual es más dulce que todo lo dulce, y más blanco que todo lo blanco, sí, y más puro que todo lo puro; y comeréis de este fruto hasta quedar satisfechos, de modo que no tendréis hambre ni tendréis sed.Entonces, hermanos míos, segaréis el galardón de vuestra fe, y vuestra diligencia, y paciencia, y longanimidad, esperando que el árbol os dé fruto.

ALMA 32: 28-43






viernes, 9 de agosto de 2013

EL LEGADO DE FE

Después de un gran tiempo de apostasía que se vivió en la antigüedad,  la luz de la verdad resplandeció  entre los hijos de Dios y  se restauró el verdadero evangelio de Jesucristo.

Esta es la historia  de un pueblo unido por su fe, los primeros miembros de la IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS, un pueblo conocido como los MORMONES quienes por los años 1830-1833 tuvieron que superar varias pruebas con el fin de encontrar un lugar donde puedan morar y permanecer en paz sin ser perseguidos por sus creencias religiosas.


Los pioneros de la iglesia dejaron un  gran  legado de fe, hermoso para su familia y para todo el mundo, su valentía y amor por el evangelio les hizo fuertes a pesar de todas las dificultades que tuvieron que pasar, como las persecuciones de otras religiones que buscaban callarlos e incluso exterminarlos; sin embargo su fe en Dios y en  el evangelio restaurado de Jesucristo se mantuvo firme e inquebrantable hasta el final, por su fidelidad y amor por la obra del señor serán recompensados en lo celestial con la promesa de vida eterna.



jueves, 1 de agosto de 2013

"LA FE ES TENER ESPERANZA EN AQUELLO QUE NO SE VE Y QUE ES VERDADERO"

Sí, hay muchos que dicen: Si quieres mostrar a nosotros señal del cielo, entonces sabremos con certeza, entonces creeremos. 
Ahora yo os pregunto, ¿Es fe esto? He aquí, os digo que no; porque si un hombre sabe una cosa, no tiene necesidad de creer , porque la sabe. 
Y ahora bien, ¿cuánto más maldito es aquel que  conoce la voluntad de Dios y no la cumple, que el que sólo cree o solamente tiene motivo para creer, y cae en transgresión? 
Ahora bien, sobre este asunto vosotros habéis de  juzgar. He aquí, os digo, que así es por una parte como lo es por la otra;  y  a todo hombre se hará según sus obras. 
          Y ahora bien, como decía concerniente a la fe:

Y ahora bien, he aquí, ahora os digo, y quisiera que recordaseis, que Dios es  misericordioso  para con todos los que creen en su nombre; por tanto, él desea ante todo que creáis, si, en su palabra. 

Y ahora, él comunica su palabra a los hombres por medio de ángeles; sí, no sólo a los hombres, sino a las mujeres también. Y esto no es todo; muchas veces le son dadas a los niños palabras que confunden al sabio y al erudito. 

Y ahora bien, amados hermanos míos, así como habéis deseado saber de mí lo que habéis de hacer, porque sois afligidos y  desechados - Y NO QUIERO QUE PENSÉIS QUE ES MI INTENCIÓN JUZGAROS SINO DE ACUERDO CON LO QUE ES VERDAD- 

Porque yo no quiero decir que todos vosotros habéis sido compelidos a humillaros, porque VERDADERAMENTE creo yo que ENTRE VOSOTROS hay algunos QUE SE HUMILLARÍAN PESE A LAS CIRCUNSTANCIA EN QUE SE HALLARAN. 

Ahora bien, como dije acerca de la fe, que no era un conocimiento perfecto, así es con mis palabras. No podéis, al principio, saber a la perfección acerca de su veracidad, así como tampoco la fe es un conocimiento perfecto. 

Mas he aquí, si despertáis y aviváis vuestras facultades hasta experimentar con mis palabras, y ejercitáis  un poco de fe, sí, aunque no sea más que un deseo de creer, dejad que este deseo obre en vosotros, sí, hasta creer de tal modo que deis cabida a una porción de mis palabras. 

ALMA 32: 17-27